jueves, 22 de abril de 2010

MITO QUITUMBE


Como mencionó Mercia Eliade respecto al mito, este se debe estudiar e internalizar fuera de lo cotidiano, e intentando adentrarse en él de forma que dicha fábula nos invite a sumergirnos en mundo fantástico lleno de magia, es decir transportarnos de la mano de nuestra imaginaciòn aotra dimensión.
Es de esa manera que deberíamos tratar a los mitos para que el contenido en ellos no pierda su esencia, porque tambièn su esencia esta en quienes lo leen.Así llevaremos nuestra imagincación en esta vez junto con el mito de Quitumbe:
...Después del diluvio universal, las emigraciones lle­garon por el mar al continente y uno de estos pue­blos nómadas se estableció en lo que ahora es Vene­zuela y fundó Caracas. De estos pobladores, algunos pasaron a Sumpa, que es aquel paraje que ahora llaman los españoles la Punta de Santa Elena, donde tuvieron una gran población, siendo el principal de ellos un cacique llamado Tumbe o Tumba, que con su buena industria y gobierno mantuvo su gente en paz y justicia. Este capitán despachó gente a descubrir tierras, pero jamás volvió a saber de esta expedición y con este pesar murió, dejando dos hijos, Quitumbe y Otoya.
El primero fundó un pueblo llamado "Tumbez" en memoria de su padre y el se­gundo fue hecho prisionero de unos gigantes que apa­recieron en las costas ecuatoriales y murió en poder de estos enemigos. Temeroso de los gigantes, Quitum­be buscó refugio en una isla que llamó "PUNA"; pero viendo que era tierra seca y no llovía, mudó de temple y suelo y se fue a la sierra de Quitu, donde pobló un pueblo de su nombre. Cuando Quitumbe partió a la sierra dejó abandonada a su mujer Llira, preñada, y llegando el tiempo, de su parto parió un infante muy bello a quien su madre llamó GUA-YANAY que quiere decir golondrina. La suerte de GUAYANAY fue muy desigual y la fábula intervie­ne en los sucesos de su vida, pero es lo cierto que dejó un hijo llamado Atau, que fue padre de Manco-Cápac, primer Inca.
Y sucedió que los descendientes de Guayanay habi­taron en una isla y allí estuvieron hasta que llegó la ocasión de ser descubiertos, porque el cacique Tome, hermano de Guayanay, que gobernaba los llanos y era señor (Shyri) de Quitu, mandó perseguir a uno de sus hijos por el delito de adulterio que se castiga­ba con la pena de muerte, y el perseguido se aven­turó con su gente al mar y llegó casualmente a la isla en que residía Atau. Por este incidente supo el cacique Atau como había mucha tierra firme por to­das partes y cerca de donde estaba. Y como Atau era ya viejo y murió muy pronto, acometió la empresa su hijo Manco - Cápac, al que acompañó el hijo del se­ñor (Shyri) de las tierras quiteñas o quitumbeñas, con su familia y vasallos, hasta el Titicaca.
dentro de cada forma, personaje, paisaje, emoción que nos brinda este mito, encontramos que mucho de él es parte también de nosotros, y que la mágico y real se mezclan para darnos nuevos sentidos para volver a ser nosotros mismos.

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